9 de julio de 2010

Turquía

Hola a todos. Pude reducir el tamaño de las fotos, así que espero que todo se vea bien y más rápido.
En esta entrada les voy a contar de mi viaje por Turquía. Me disculpo por lo largo de la entrada, pero como me estoy yendo para Bulgaria no quiero que se encimen las entradas, por lo que esta va a ser un tanto larga.
El viaje a traves del mar negro lo hice con el Apollonia II, un barco bastante imponente, pero viejo, con pocas comodidades para un viaje de 12 horas. Después de pasar exitósamente por la aduana y migraciones y antes habiendo enviado la registratsia a la oficina de migraciones de Moscú (se acuerdan del trámite que tuve que hacer al llegar a Moscu?) nos subimos al barco. 2 horas después salimos. El barco tenía dos cubiertas exteriores, una en el primer piso, la otra en el segundo. En el centro del primer piso había un restaurant bastante feo y un bar con muchos sillones, donde la gente pasaba la mayor parte del tiempo independientemente de que consumiera o no. Esta habitación conectaba los camarotes en la parte delantera del barco y la parte trasera del barco con dos hileras de asientos, donde supuestamente deberíamos pasar la noche. Los asientos parecían de colectivo y era imposible dormir en ellos.
En el barco conocí a un ruso que jugaba al futbol profesionalmente en un equipo de Turquía (y que llevaba 6 meses lesionado), a un británico y a un húngaro. Ambos ciclistas de carretera. El húngaro había salido de su país, atravesado Ucrania, el sur de Rusia, y ahora iba a Turquía para conectar con Georgia, Armenia y finalmente Azerbaijan. Me dijo que hacía en un buen dia 200 km, cosa que me pareció una barbaridad. El viaje del inglés era mucho mas corto, solo había recorrido Mongolia durante dos semanas y después, tren mediante, había llegado a Sochi para tomar el barco que lo llevaría a Turquía y desde ahí Armenia pasando por Georgia (ya que la frontera con Armenia lleva largos años cerrada), donde vivía con su esposa iraní.
Hicimos buenas migas y cenamos juntos. No en el restaurant por supuesto, ya que todos resultamos ser del tipo gasolero. Yo comí pan y kilka (son sardinas con salsa de tomate).
Por la noche estuve un rato afuera hasta que empezó a llover, los chicos se fueron a dormir y yo me metí en el bar. Habían puesto música y tenían luces de colores y espejos por todos lados, tipo boliche. Nada muy elegante, y contrastaba con el resto del barco, pero estaba lleno de gente, principalmente turcos y georgianos. Al principio bailaban los niños. Después deben haber puesto algún tema muy conocido porque se levantaron unos 10 hombres turcos y empezaron a bailar. La gente aplaudía. Bailaron varios temas hasta que cambiaron la música a temas rusos. Los turcos se sentaron y se levantaron 3 parejas rusas a bailar. Después volvieron a la música turca, pero esta vez los turcos invitaron a los rusos a bailar. Finalmente turcos y rusos bailaron música de ambos países al ritmo de las palmas del resto del público. Así estuvimos hasta cerca de la 1 cuando el sueño empezó a hacer efecto. Yo intenté dormir donde en varios lugares, sin éxito alguno. Finalmente llegamos a las 10 de la mañana sin dormir y con una lluvia torrencial.
Trabzon es la antigua capital del imperio de Trebisonda. Es una ciudad de unos 200 mil habitantes que luego me enteré tiene la característica de ser una de las ciudades más caras de Turquía... no entiendo el porqué.
La ciudad es muy linda. Sobre la ladera de la montaña, tiene un pie en el mar y el otro en la montaña. Llena de las típicas callejuelas donde los hombres se sientan a beber te, charlar y jugar backgammon.
Por suerte la lluvia amainó, me despedí de mis compañeros de viaje y salí en busca de un banco. Cambié la irrisoria suma de 50 dólares (tipo de cambio 1U$S = 1.5 Liras turcas) decidido a limitar mis gastos diarios a la mitad de lo que estaba acostumbrado en Rusia, para así acomodar mi presupuesto.
Lo primero que tenía que hacer era ver donde iba a dormir. Según el pronóstico llovería, así que trataría de evitar usar la carpa. Empecé a caminar, cuando me sorprendió el llamado a la oración desde los minaretes. Sonido tan dulce y que inunda la ciudad y parece llegar a todos lados. Mientras caminaba, naturalmente por el peso de mis mochilas, terminé caminando en dirección al mar. Aunque del otro lado del puerto. Necesitaba un mapa. Como no conocía a nadie en la ciudad pensaba abandonarla el mismo día, cuando de repente se me acercó una joven turca cubierta con el velo pero dejando al descubierto su rostro y me habló para mi sorpresa en inglés. Se presentó como Elvan y era profesora de inglés. Me ofreció ayuda, la acepté y caminamos juntos. Me llevó a comprar el mapa y después nos reunimos con un amigo de ella que nos invitó a tomar te. Mis planes de partir en el día ya veía que se diluían. Fuimos a un bar donde nos reunimos con otros amigos de ellos. En total eran 3 chicas, todas profesoras y un pibe, también profesor. Todos rondaban los 25 años.
Me escribieron 2 hojas donde la llenaron de frases en turco para facilitarme un poco la vida (la principal fue sin duda alguna "yok para" osea "sin dinero"
Querían mostrarme la ciudad así que dejamos los bolsos ahí mismo en el bar y salimos.

En el camino pasamos por una iglesia católica donde me recomendaron pedir asilo. El sacerdote era rumano y me dió la bienvenida en italiano. Me dijo que me podía quedar, pero que tenía que ir a la misa de las 7 de la tarde...
Salimos hacia una de las colinas desde donde se puede apreciar toda la ciudad. En el camino me preguntaron sobre el catolicismo y la ortodoxia y sobre las cosas que habían visto cuando me acompañaron a la iglesia. Así que les di unas clases de teología a mis nuevos amigos, con la esperanza que mi propia ignorancia respecto a estos temas no originara una nueva jihad.
Desde la colina la vista era espectacular. Cuando volvíamos nos encontramos por todos lados a nuestro paso árboles frutales, que a diferencia de en Rusia, donde uno gustosamente desayuna mientras camina por sus calles, aquí la gente no come las frutas, no sin autorización del dueño. Arboles que parecen no tener dueño, porque no hay casas cercas, también entran en la restriccion. Seguramente alguien cuida ese arbol me explicaban, y si bien, el esta obligado a decir que si, se le tiene que pedir.
Volviendo a la caminata. Si hay algo maravilloso es caminar por estas calles. En general no hay veredas salvo en el centro, así que la gente camina por el medio de la calle, cruza, incluso en el centro la calle donde se le da la gana. Un hormiguero de gente y un caos de autos, todos haciendo lo que quieren... más que libertad es anarquía, pero es maravilloso... un tanto peligroso, no lo discuto, pero maravilloso.
Por la tarde me dejaron en la iglesia y quedamos en que me pasarían a buscar al otro día a la 1. Si bien tenía pensado irme de la ciudad por la mañana, ellos insistieron en que me quedara un día mas.
En la iglesia me mostraron donde dormiría. La iglesia era muy grande y uno de los bloques estaba lleno de habitaciones y salones. Mientras más recorría más me parecía un hotel. El sacerdote rumano, me presentó a un joven turco que hablaba muy bien inglés y que se llamaba Luca. El me mostró el lugar. Mi habitación tenía baño incluído. Le explique que viajaba sin dinero y que simplemente necesitaba un techo para protegerme de la lluvia. La iglesia solventaba parte de sus gastos con una pequeña hostería, donde por cierto yo era el único huesped. Ya era un poco tarde y la tarifa era de 50 LT por noche (todo mi capital era de 75 LT) Negociamos y quedamos en que pagaría 15 LT por dos noches.
Luego de eso fuimos a la misa. La dirigía un sacerdote inglés que no hablaba turco, así que el sacerdote rumano co dirigió la misa en turco. Eramos menos de 10 personas, y después de la corta misa descubrí que todos estaban parando ahí. Me invitaron a cenar. Una chica belga cocinó pasta y diversas ensaladas. Ella hablaba español, francés y turco. Estaban también el sacerdote inglés y su hermano, hablaban inglés y un poco de italiano. El sacerdote rumano y su hermana hablaban rumano, turco e italiano. Una húngara que trabajaba en la iglesia y que hablaba turco y ruso, y el turco que hablaba en turco e inglés. Fue una cena muy entretenida y que se pronlongó por cerca de dos horas. Terminamos hablando de literatura y discutiendo las virtudes de distintos escritores. Como no nos poníamos de acuerdo, la belga sacó lapiz y papel y propuso que cada uno pusiera los nombres de 3 libros, a partir de allí discutimos cual debería ser el orden de lectura de esos libros, lo que generó otro largo debate. Fue una velada más que interesante.
Por otro lado, me comentaron que la comunidad cristiana estaba de duelo y bajo un intenso acoso. Esto lo pregunté a raiz de la cantidad de cámaras de seguridad que ví en los alrededores de la iglesia.
Me comentaron que mataron hace 4 meses al sacerdote a cargo de la iglesia, dentro de la iglesia, y hace sólo 20 días, le cortaron la cabeza al obispo.

Al otro día salí nuevamente con mis amigos turcos. Primero me llevaron a la casa de Ataturk, el fundador de la república. En otra colina con una vista espectacular de la ciudad y del mar, Ataturk tuvo una casa, en la que en realidad vivió solo estuvo un día, pero es una casa hermosa de tres pisos con una hermoso jardín. Ahí la gente va a tomar el te.
Ya les había comentado de la sorpresa que me llevé en Rusia debido a la gran hospitalidad que encontré. Lo de Turquía llega a otros niveles. No sólo el no pagar nada, que cuando una gasta poco, colectivos y te, no es tan impresionante, sino por el hecho de que cuando se enteraron que viajaba haciendo dedo, me dijeron que desde su ciudad no, que ellos tenían que estar tranquilos que yo llegaría sin problemas a Samsun (mi siguiente destino, a 350km) se pusieron a hacer algunas llamadas, y resultó que el amigo, del hermano del amigo de no se quien (me perdí) trabajaba en una agencia de turismo. Una hora y un par de llamadas después, me habían conseguido un pasaje gratis en un colectivo de larga distancia. Pese a que estaban alegres de haberme el pasaje, y yo muy sorprendido obviamente, se lamentaban no haberme podido conseguir donde dormir en Samsun!!!!
Después de la casa de Ataturk caminamos un rato y me llevaron a una iglesia bizantina del siglo XII. Después pasamos por una serie de fortificaciones y fuimos a una mezquita, donde pude entrar y hasta sacar fotos.
Por la noche me invitaron a comer unas deliciosos sandwiches de pescado, lechuga y picante, y después nos colamos en un boda, donde pude ver un rato unos bailes típicos.
Ya cerca de las 10 nos encontramos con el primo de una de las chicas que nos llevó a una playa en una ciudad vecina, donde había otro boda, esta de un amigo. Llegamos muy tarde a la boda, pero nos quedamos un rato, uno de los chicos y una de las chicas nadaron en el mar (la chica vestida completamente) y me dejaron a medianoche nuevamente en la iglesia.
Al otro día nos reunimos nuevamente a las 8 de la mañana para tomar el colectivo a las 8:30. Me acompañaron hasta el colectivo y me pidieron que orara por ellos, ya que según me explicaron, según el islam, la oración del viajero siempre se cumple...

Aca algunas fotos de Trabzon






En el colectivo se me acercó un pibe que hablaba bastante bien inglés y viajamos charlando un rato y compartiendo impresiones de Turquía. Me dijo que Samsun era demasiado grande y que poco valía la pena. Que era mucho más interesante Amasya y que quedaba más cerca de Capadocia, lo que me facilitaría la segunda parte del trayecto. El se ofreció a regatear el precio del colectivo por mí, por lo que finalmente viajé por sólo 5 TL el recorrido que eran de unos 100 km.
Amasya es una ciudad hermosa, son montañas y un importante río que la atraviesa.
Llegué tarde así que busqué un lugar para acampar dentro de la ciudad, en un edificio en construcción y al otro la recorrí. La siguiente noche la pase en una de las colinas de la ciudad donde un muro me brindaba covertura y al otro día salí, esta vez en tren hacia Sivas.

Algunas fotos de Amasya




Una vez en Sivas la estación de trenes estaba lindando la ciudad, así que cuando empecé a caminar me encontré con la ruta que me llevaba a Capadocia. Como ya era un poco tarde y me quedaban pocas horas de luz decidí empezar a caminar con al esperanza de encontrar un buen lugar para acampar, y en lo posible un río donde bañarme.
No caminé mucho cuando me paró un taxi, al que no le había hecho ninguna seña, y me ofreció llevarme gratis por un par de kilómetros. Si bien no fueron muchos kilómetros me adentró en el camino a Capadocia lo que pensaba me facilitaría hacer dedo. Me bajé del taxi y empecé a caminar nuevamente, ya bastante oscuro. Esta vez paró un camión y ofreció llevarme muy cerca de Urgup (mi destino a 260 km) pasando Kayseri (al final de la entrada les pongo el mapita para que vean bien el recorrido) acepté y me fui con el camionero. Era una batata y andábamos muy lento, cerca de 5 horas nos tomó hacer los 200 km. Justo me dejó en una intersección donde había un pequeño edificio abandonado donde acampé.
Al otro día no me costó mucho conseguir quien me llevara así que llegué cerca de las 9 de la mañana a Urgup, uno de los pueblos que forman la bellísima y extraña región de Capadocia. Después de Urgup fui a Goreme, a sólo 10 km y de ahí recorrí la zona.
Poco puedo decir sobre esta zona mundialmente famosa, así que sólo voy a incluir unas fotos para que la disfruten.











Algunos le encontraron un sentido práctico a las cuevas



En Goreme me tocó ver nuestra sorprendente derrota ante los alemanes. Fue el único partido que pude ver, con un alemán y un inglés y un neozelandes que mediaban entre nosotros. Justo antes del partido estuve a punto de apostarle una cerveza al alemán. Como recién lo conocía me pareció impropio, así que me salvé.
La noche que pasé allí la pasé en una de las cuevas. Por la noche estuvo bastante frío, pero muy tranquilo. Al otro día a las 7 de la tarde partí hacia Aksaray. Viaje sentado al lado de un chofer de un colectivo de turistas que tuvo la gentileza de llevarme gratis.
Una vez en Aksaray caminé buscando un buen punto para pedir aventón y me terminó llevando un camionero kurdo que por suerte hablaba un poco de ruso, por lo que nos pudimos comunicar bastante bien. Si bien la idea era ir a Tuz Golu y pasar la noche ahí (mi anfitrión me esperaba un día después) decidí no desaprovechar el hecho de que este camionera viajaba hasta Estambul que estaba a 700km.
El camión formaba parte de un convoy de 5 camiones de combustible. El viaje lo hicimos tranquilos, paramos varias veces a tomar te y por la mañana para desayunar, donde probé un desayuno típico compuesto de un plato con un pedazo grande de algo muy parecido a la manteca sepultado en miel. Eso se comía con pan, y se pasaba gracias a mucho te.
cerca del mediodía me dejó a unos 100km de Estambul, donde comenzó mi martirio. Para esos 100km necesité 5 vehículos que me iban acercando de a muy poco. De ese recorrido tuve que caminar cerca de 20km ya que estaba en una autopista donde no se podía hacer dedo, cosa que un policía fue muy cuidadoso al indicarme. Los autos pasaban a tal velocidad y el tráfico era tal que era imposible que pararan. Entonces caminé y caminé. Finalmente me levantaron 2 scooters. 2 pibes jóvenes me llevaron en sus pequeñas motos, unos grandes. La gente nos tocaba bocina cuando nos veía pasar a mi con la mochilota en la espalda agarrado como una araña intentando mantenerme balanceado. En la otra moto, el otro pibe me llevaba la otra mochila y la bolsa de dormir. No tuvimos mucha suerte y en el camino se les paró una de las motos. Les presté unos cordones y se llevaron a una de las motos a la rastra.
Yo quedé nuevamente con mis patitas como único medio de transporte.




Finalmente llegué a Estambul, cerca de las 22 horas, y sin saber si encontraría a mi anfitrión, un mexicano llamado David. No estaba seguro como llegar. Es más no tenía idea donde me habían dejado. Un pibe que hablaba inglés se me acercó al notar mi cara de perdido y me llevó hasta el subte. Pagó mi boleto y nos despedimos. El el subte lo único que sabía era que me tenía que bajar en una estación y tomarme un colectivo. Un turco con su hija vinieron a mi rescate y me explicaron donde tenía que tomarme el colectivo y cual me serviría. Antes de que se bajaran me dieron 5 LT que insistieron que aceptara, después se pusieron a charlar con un pibe que les ofreció llevarme hasta la parada del colectivo a pesar de que en realidad debía bajarse una estación antes. Este pibe se bajó conmigo y después de varias vueltas encontramos el colectivo. Una vez en el barrio de David tampoco fue fácil. Otra vez la hospitalidad turca salió al rescate. Primero me acompaño un pibe de unos 15 años que iba con 2 niñas de unos 8 años. Mandó las niñas a su casa y salimos en busca de la dirección de mi amigo. Dimos varias vueltas y preguntamos a varias personas, nadie conocía la calle. Nos encontramos con un grupo de señores que estaban encantadas con que las saludara en turco. Una de ellas buscó a su hijo de unos 20 años y lo mando a que nos acompañara. Me despedí y salimos nuevamente. Esta vez tuvimos suerte y no nos fue complicado encontrar la calle (fue solo azar mientras caminábamos) David estaba en su casa, así que me despedí de mis guías y entré molido a su casa. Ducha, un te y a dormir.
David resultó un anfitrión genial, sin duda el mejor que he tenido hasta ahora. No sólo me sacó a recorrer la ciudad casi todos los días, sino que resultó ser una persona interesantísima y con la que pasamos horas y horas conversando.
David trabaja en una ONG y su trabajo actual es via online, lo que le permite vivir en donde quiera. Desde febrero vive en Estambul con un francés al que no conocí pero que tenía un departamento genial.

Con David cuando salimos a caminar por los pueblitos del bósforo




Estambul es una ciudad increíble, tan grande, tan populosa. Puente entre Europa y Asia. Por momentos parece muy occidental, con sus boutiques y con chicas vestidas muy a la ligera, nada que ver con el resto del país. Después uno se acuerda que está en Turquía cuando intenta entrar a google maps o a youtube entre otros y descubre que están bloqueados por el gobierno. O cuando ve a unos niños de 8 años vestidos como príncipes o sultanes, con trajecito, cetro y hasta plumas y descubre que es porque los han circuncidado, y por lo tanto ahora son hombrecitos. O cuando ve en una de las avenidas principales la calle adornada con arreglos navideños y en las pastelerías un papa noel sentado en el medio de una torta con su traje rojo y blanco, todo esto en julio. Navidad no significa nada para los turcos, pero parece que le gustan las luces y los arreglos ya que también los pude ver en Trabzon.
El anarquía peatonal prevalece también en Estambul, aunque en menos medida que en el resto del país. Los mercados son tan especiales y se encuentran por todos lados. De los más conocidos, el se las especias y el gran bazar, me quedo con el primero. El gran bazar con excepción de sus techos me pareció un tanto triste. Demasiado turístico, de su originalidad sólo le quedó el techo, después es casi un shopping. Pero el mercado de las especias es muy especial, y pese a ser también muy turístico, los aromas, si uno puede cerrar los oídos al inglés con que regatean los turistas, te remonta a otra época.
Finalmente pude ir a Hagia Sofia, que durante mil años fue el mayor símbolo del cristianismo ortodoxo, para luego convertirse en mezquita y ahora en museo.
Me faltó hacer un recorrido en barco por el bósforo, me economía de guerra no lo permitió y tampoco entre en vario de los palacios que ofrecen sus maravillas a los turistas. Igual eso fue lo de menos. El Bósforo lo recorrí con mis piernas lo que me permitió adentrarme en sus pueblitos, todos muy interesantes.

Hagia Sofia y la Mezquita Azul están una frente a la otra, con un hermoso jardín entre ambas (donde antiguamente estaba el hipódromo). La diferencia principal radica en la cantidad de minaretes. La Mezquita Azul tiene 6 minaretes lo que en su tiempo generó la ira de los religiosos ya que era la cantidad de minaretes que tenía la mezquita de la Meca. El sultan, tipo práctico lo solucionó poniendo un nuevo minarete en la Meca... santo remedio.




El mercado de las especias (cuidado si te descubren sacando fotos porque van a hacer cola para sacarte dinero)


Fortaleza de Europa y de Asia (dos fortalezas a ambos lados del Bósforo en la parte más estrechas desde donde el Imperio Otomano asfixió Costantinopla)

Ortakoy era un barrio cosmopolita en el margen del Bósforo. Ahora está muy cuidado, con sus casas de estilo neo barroco.

Mas de Ortakoy


Mezquita de Ortakoy

Torre de Galata

El jueves por desgracia David se tuvo que ir de viaje, así que cambié de anfitrión y me fui a la casa de un Turco, Marat, abogado de mi misma edad, un tipo piola y muy tranquilo, aunque lo he visto poco ya que trabaja mucho.
Por la tarde me reuní con un grupo de 2 chicas y un chico turco que están aprendiendo español y me contactaron a través de couchsurfing (que es la página web que suelo usar para encontrar anfitriones) y me invitaron a tomar te y a comer algo típico, muy rico, aunque no recuerdo el nombre. Un grupito muy interesante y divertido.
Está anunciado que llueve todo el fin de semana, así que estoy viendo como hago.
Turquía es bastante cara, así que nada de comprar pases de jugadores de futbol Tato, por lo que decidí ir a Bulgaria, que ya me dijeron que era mucho mas barato. Dependo del clima para viajar pero ya tengo anfitrión por 3 días en Plovdiv, bastante cerca de la frontera. Después de atravesar Turquía (poco más de 1600km) no veo la hora de entrar en países más pequeños y definitivamente más baratos.
El recorrido en Turquía

El plan más o menos consiste en pasar unos 15 días en Bulgaria, unos 15 días en Rumania y de ahí a Serbia, poco menos de 10 días, pero a tiempo para llegar al festival Guca 2010, festival de trompetas y donde tocará Goran Bregovic!!!!! mi sueño, bubamara en los balcanes, como corresponde!!!
Bueno, me despido, les mando un fuerte abrazo

3 comentarios:

  1. Bue, si vos podes dar clases deteología yo puedo dar clases de Salsa y Merengue

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  2. Está entrada es una de las mejores lejos! Cómo me gustaría ser mosca.. jajaja Que alegria y tranquilidad da saber que la gente es super servicial y te cuida! Gracias por las fotos, los lugares son increibles.. A disfrutar se ha dichooooo Beso y abrazo fuerte fuerte!

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  3. Hola Jordan!! Que buen recorrido por Turquía! Las fotos de Göreme son espectaculares y tal como describes el lugar... es una maravilla!!!!
    Me alegra saber que todo anda bien, suerte para lo que se viene y a disfrutar en Serbia!... llevas el pantalón de osos??? Beso grande, Heidi

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