21 de octubre de 2012

Laos

Después de casi un mes recorriendo China crucé a Laos. En la frontera me cobraron lo que quisieron por la visa, del otro lado no había ciudad ni colectivos, sólo tuk-tuk como este... bueno, este tiene mucha onda, pero en general son parecidos. En Laos, a diferencia de China y el resto de los países del sudeste asiático la gente no regatea, te dicen un precio, normalmente en caso de los tuk-tuk bastante alto, y si no te gusta, caminá. Cuando crucé la frontera me acerqué hasta unos tuk-tuk, bajo un árbol descansaban varios conductores. El hecho de que no se me tiraran encima o me gritaran tuk-tuk, cosa común en China, ya  me gustó. En Laos la gente está muy relajada, tirada todo el día nadie intenta venderte nada, uno tiene que ir y pedir sino no te ofrecen, lo que tal vez no les parezca extraño, pero en Asia Laos es una excepción.



Hacía mucho calor, así que me dijeron un precio muy elevado. Así que empecé a caminar con dirección a Luang Namtha, la primer ciudad a la que quería ir, muy cerca de la frontera, a unos 60 kilómetros.
La gente me miraba, pero nadie decía nada, sólo sonreían y me decían "sabadee" (hola)


Caminé varios kilómetros, no pasaban autos, ni colectivos, ni camiones, sólo cada tanto alguna motito. Finalmente me levantó una mujer que me llevó a una aldea y desde la aldea conseguí que un tipo me llevara a Luang Namtha.






Luan Namtha es un pueblo pequeño, una calle principal y un sólo un par de calles de ancho. Como todo Laos es muy pobre, con pocos vehículos, principalmente motitos.
Desde los 70 están los comunistas en el gobierno y la población se dedica a la agricultura de subsistencia. A pesar de ello, todos sonríen y uno tiene que sonreír al decir "sabadee" hay que tener buenos modales.
Como después vería en Tailandia, la vida en Laos no se sucede dentro de las casas, sino en sus veredas. Las casas tienen prácticamente siempre las puertas abiertas, no importa si la casa sea de una persona de buen poder adquisitivo, o no sean mas que cuatro paredes... las puertas siempre están abiertas y los vecinos van y vienen entre las casas.

Estuve sólo un par de días en Luang Namtha. Como en todo Laos no hay mucho para hacer y el espíritu laosiano se te pega, así que uno puede ver en los hostels a los extranjeros simplemente relajándose, o a las orillas del río Mekong tomando una cerveza Lao, cerveza muy famosa y excelente por cierto.

Les contaba que me quedé sólo un par de días, esto también porque los precios en Laos son bastante elevados al lado de China o Tailandia y el hecho de que la gente no permita negociar el precio no ayuda.
De Luang Namtha fui a Luang Prabang, tal vez la ciudad más famosa de Laos por sus numerosos templos y por todas lados monjes en bicicleta.





















Qué manera de tomar cerveza en Laos, pero la verdad es que las ciudades son muy pequeñas y hace mucho calor. Uno puede ir a la selva y hacer un poco de trekking, pero los precios son bastantes altos, y en un país con dengue, malaria y cólera, mejor quedarse en la ciudad...
De Luang Prabang me fui a su capital, Ventiane... reconozco que fue la primera vez que la escuche nombrar. Una capital de poco tráfico, tranquila, con poco turismo, definitivamente única.



Me mató el templo "smoke free" nunca he visto fumar a alguien dentro de un templo, y menos un cartel de tremendo tamaño.







Un dato curioso sobre Laos y que hace apreciar un poco a su gobierno. A diferencia de Tailandia donde el turismo sexual es impresionante y sumamente desagradable, Laos ha evitado completamente esta situación. Cómo lo ha hecho? Es ilegal las relaciones entre laosianos y extranjeros. Ni novios ni nada, la única forma de es casarse, aunque deberían casarse salteando el noviazgo... bueno, no se cómo sería, pero lo hace mucho más agradable que lo que después me encontraría en Tailandia.

Por último les traigo otra curiosidad, a las afueras de Ventiane, en la frontera con Tailandia hay un parque de Budas, imágenes hinduistas y budistas que hizo un genial escultor. A este escultor lo expulsaron los comunistas así que se fue a Tailandia e hizo el mismo parque del otro lado de la frontera. Para que tengas!

Al entrar al parque nos recibe un especie de edificio enorme con la forma de una calabaza que está compuesto de tres niveles, el más bajo representa el infierno, el segundo nivel la tierra mostrando el lado más humano y el tercer el cielo.


                                    

Las escaleras son un suplicio ya que son muy elevadas y estrechas. En la parte superior hay una terraza desde donde podemos observar todo el parque

                             

Y aquí les traigo en más detalle








Esta me mató, haciendo el ok y agarrando de la coleta del pelo al tipo ese mientras que el otro saca la lengua... es una religión extraña jajaja