6 de julio de 2011

Mi veranito y el recorrido a Siberia

Hola a todos, ha sido una larga ausencia. Esta entrada se la quiero dedicar a los caminos, desde autopistas hasta pequeños caminos de ripio. Nos dice Gogol "¿Que cosa atrayente y maravillosa hay en la palabra camino? La misma palabra nos llama, nos arrastra." Desde principios de julio casi no he parado y he hecho casi 15.000 kilómetros en un abrir y cerrar de ojos. Los caminos se me han vuelto irresistibles. Cuando veo una ruta la quiero recorrer y en el ultimo mes ni me molesté mucho en entrar en muchas ciudades. No es fácil mantenerse limpio, casi un reto en sí mismo. Después de 5 días sin parar, día tras día en la estepa interminable, uno empieza a apreciar cosas tan simples como el agua, y un río es una bendición, no importa que el agua esté helada o que el agua no esté muy limpia.
Es difícil expresar lo que se siente. Nuevamente me remito al genial autor: "Que bello eres a veces, lejano camino. En cuántas ocasiones he recurrido a ti, como el que fallece y se ahoga, y en todo momento me sacaste a flote y me salvaste con tu generosidad. Qué cantidad de maravillosos proyectos nacieron en ti, cuántos poéticos sueños, cuántas asombrosas impresiones has hecho nacer..." Cuando comencé mi recorrido hacia Siberia no tenía idea lo que iba a encontrar. No estaba incluso seguro de que llegaría más allá de los montes Urales; es más, estaba prácticamente seguro que no llegaría al lago Baikal, mi meta, y que volvería antes de tiempo. No era algo que me preocupara, la idea era dar una primera probada al eterno recorrido, la brutal distancia que separa Moscú de "la perla de Asia". Esos 5.000 kilómetros prometían ser durísimos. No lo fueron realmente, fue mucho más duro el regreso. Imagínense. Llegué al lago, me relajé, me bañe hasta las rodillas (el agua estaba helada), descansé dos días y después tuve que reconocer la dura realidad. Ahora tenía volver... otros 5.000 kilómetros. La sola idea me revolvía el estómago.

No sólo es el camino, son los conductores, tantas historias, todas interesantes, varias ilegales y poco aptas para ser relatadas aquí. Y la comida... A veces pasé días de mucha hambre, con medio litro de agua para todo un día, un pedazo viejo de pan y una lata de sardinas. Otros días me tocaron conductores que me dieron tanta comida que me salía por las orejas. A los rusos no se les puede decir que no, te ofrecen comida y la tenés que comer, un día tuve 3 almuerzos, y después un conductor me daba constantemente tomates y pepinos.
A veces, después de esperar muchas horas por un aventón, uno siente que se vuelve loco, empieza a hablar solo, cantar, bailar, o incluso gritar. Ni hablar que uno termina desquitándose con las pobres madres de los conductores, que poco tienen que ver en el asunto. También surgen instintos asesinos y después de muchas horas bajo el sol he intentando incluso hacer explotar autos con el poder de mi mente. Y uno se pregunta, muchas veces a los gritos, que carajo está haciendo en el medio de la nada! Después me subo a un auto o a un camión y lo recuerdo. No es la velocidad realmente. Los autos y camiones son bastante lentos debido al mal estado de los caminos y la increíble cantidad de policías al acecho siempre atentos a conseguir algún dinero fácil. De Krasnoyars a Irkutsk me tocaron 700 kilómetros de un ruta desastrosa, por momentos sólo de ripio, la hice con 1 sólo auto en 2 días!!! Dejémoslo ahí...
Por otro lado se imaginarán el estado de mi ropa o de mi mochila o de mis zapatillas. Todo se va deteriorando (yo también pero eso es lo de menos) armado de "la gotita" un par de tijeras, hilo y aguja, seguimos adelante aunque poco a poco nos vamos pareciendo al monstruo de Frankenstein. Igual me encanta y sólo lamento que la temporada de viajes este año haya llegado a su fin.

Les debo los comentarios y las fotos de la granja. Dejémoslo para la próxima entrada.
Como pueden ver en el super cool video a continuación antes de ir para Lituania fui nuevamente al sur de Rusia.
Fui a visitar a unos amigos y a una señorita, no lo vamos andar ocultando, a Rostov del Don, de ahí visité otros amigos en Taganrog y empecé mi recorrido de vuelta. Fue sólo una visita de fin de semana, algo que les reconozco no es muy lógico para la cantidad de kilómetros que tuve que recorrer, pero no tenía muchas cosas que hacer. A la vuelta tuve un conductor genial que no me llevó dirección a Moscú sino a Volgogrado. Se estaba haciendo difícil conseguir quien me llevara a Moscú y cuando este tipo se ofreció llevarme a Volgogrado lo acepté. El motivo de aceptar esa propuesta fue mi curiosidad, lo reconozco. La camioneta era un monstruo negro último modelo, parecía más un tanque que una camioneta con patente 001. Esa patente y su look hacían obvio que era o daguestaní o checheno. Al final resultó daguestaní. Un tipo muy agradable, con un nivel bastante aceptable de inglés. Yo no esperaba quedarme en Volgogrado sino seguir hasta Saratov, unos 300 kilómetros mas hacia el este, donde dos buenos amigos viven, así que el tipo me llevó hasta un hotel en las afueras de la ciudad, me pagó todo, muchísima comida y no menos alcohol. Dormí como un bebe.
Seguí hacia Saratov, pasé unos días con mis amigos y volví a Moscú. La capital sólo la crucé y seguí rumbo hacia Riga, en Letonia. Visité algunos amigos en la ciudad y seguí rumbo a Lituania para trabajar en la granja. Como no tengo las fotos de la granja todavía lo dejamos para otra oportunidad y les sigo contando el recorrido.
De Lituania volví a Moscú, me quedé con día y empecé el recorrido hacia Asia.
Mi primera parada fue Ufa, capital de la república de Baskortostán, donde vive el pueblo bashkirio. Está a unos 1.500 kilómetros de Moscú y es un importante centro industrial. De Ufa fui, sin parar en ciudades, hasta Irkutsk a 5.000 kilómetros, ciudad pegada al Lago Baikal. Se imaginarán en que condiciones llegué. Era una costra, mugre, me dolía todo, estaba toda mi ropa sucia, rota, parecía que más que en el camino había estado en la guerra. Mis zapatillas tenían varios importantes agujeros en la suela, para resumir, absolutamente impresentable. Mi conductor con el que viajé 4 días venía desde Ucrania!!! era casi un autista, no hablábamos, no había música viajábamos con suerte a 80 kilómetros por hora, normalmente a 60. Nuestra dieta regularmente consistía en ensalada de tomate y pepino, pan, y una lata de sardinas... y mucho te. Cada vez que veíamos un río o una ciudad el me balbuceaba el nombre que leía en el cartel...

Irkutsk es una ciudad hermosa, con San Petersburgo, debido a la proximidad del lago Baikal, debe ser la ciudad que recibe más turistas en todo Rusia. Me quedé recuperándome 2 días y aproveché para visitar a una amiga española que está viviendo allí y para conocer un poco la ciudad.
De Irkutsk salí dirección Baikal, decidí recorrer el sur, teniendo como base un pequeño pueblo en la base del lago, llamado Sludianka.

El Lago Baikal tiene 636 km de largo, 80 km de ancho y 1.680 m de profundidad (reconocidos hasta el momento), es el mayor de los lagos de agua dulce de Asia y el más profundo del mundo. Contiene 23.600 km³ de agua, equivalente al 20% del agua dulce de todo el planeta, y más que todos los Grandes Lagos de América del Norte juntos (gracias wiki). También vale destacar que se puede encontrar el Omul, un pescado cercano al salmón, que se come ahumado y es realmente sabrosísimo y muy barato.








No me puedo imaginar lo que debe ser recorrer el lago cuando todavía está congelado, poder caminar, o incluso conducir arriba de el.

Dos días me quedé en el lago, otro día caminando por las montañas y después empecé el tortuoso regreso a casa. Mi primera parada fue Krasnoyarsk a orillas del famoso río Yeniséi. Es una de las ciudades más antiguas de Siberia, fundada en el siglo XVII. Por suerte tuve un lindo día (ya las temperaturas habían empezado a bajar, tuve días de 10 grados) así que incluso me reuní con un grupo de residentes, me mostraron la ciudad y terminamos con un picnic al lado del río.

De Krasnoyarsk salí para Ekaterimburgo, sin duda, hasta ahora, mi ciudad preferida en la Rusia asiática. técnicamente no está en Siberia, está en los Urales a pocos kilómetros de la frontera entre Europa y Asia. Todavía es comúnmente llamada por su nombre soviético: Sverdlovsk.
Hay varias cosas que hacen a Ekaterimburgo especial. Empezando por su rol en la historia. Fue allí donde ejecutaron a la familia imperial, en el sótano de un almacén destruido en 1991 por el ex presidente Yeltsin, temeroso de las agrupaciones pro monárquicas. Ahora ahí hay una iglesia inmensa y muy hermosa.


La ciudad es famosa también por la guerra de mafias en los 90 y la gran cantidad de muertos que ésta produjo. Hay un cementerio en las afueras de la ciudad donde se pueden ver un montón de lápidas de mafiosos. La forma de reconocerlos va desde la postura, hasta las llaves de mercedes benz en la mano, símbolo del estatus alcanzado.


Pero la cosa que más me gusta de la ciudad es su arquitectura. Ekaterimburgo es considerada la capital del Constructivismo soviético de la década de los ´20 y ´30.

Con mi anfitriona, Ksenia












Monumento a los caídos en la guerra de Afganistán














Un gigantesco hospital abandonado. Lugar de recurrentes redadas y punto de reunión de jóvenes y diversas subculturas. Apenas entramos nos encontramos 3 chicas que no tenían más de 14 años y que se ofrecieron a darnos un tour completo.














De Ekaterimburgo la idea era ir directamente a Moscú, pese a la cantidad de ciudades importantes en el camino. Sólo terminé parando en Cheboksari, contra todo pronóstico por cierto. Mi conductor iba hasta la misma ciudad pero se ofreció, antes de dejarme en el camino darme un tour por la ciudad. Siendo que yo había estado el año pasado allí, pero no había podido disfrutar mucho de la ciudad por la incesante lluvia, acepté la propuesta.
Cheboksari es la capital de la república de Chuvasia y tiene medio millón de habitantes. Una ciudad pequeña, con un centro bastante pequeño pero muy bonito. El parque de la victoria está en una colina desde donde se puede ver el centro de la ciudad y el río Volga.
Mi conductor se tomó un par de horas para mostrarme toda la ciudad, después me llevó a Mc Donalds para que pueda revisar los mails, me invitó la cena y después, como me había prometido me llevó a las afueras de la ciudad y me dejó en una parada de camiones. En la parada me acerqué al cafe para pedirles agua caliente para el termo. La dueña cuando se enteró que venía de Baikal y que era un extranjero quedó encantada y me ofreció la cena gratis. El café era bastante grande, tenía un segundo piso con un par de pequeñas habitaciones y un jardín atrás donde habían una duo de jazz tocando. Así que me quedé mirando la "banda" escuchando el saxofón con la compañía de un par de camioneros que escuchaban un tanto extrañados la extraña música.
La dueña del café y madre de uno de los integrantes del grupo me ofreció mostrarme la ciudad. Luego de mi explicación de que ya me la habían mostrado ella replicó indicándome que no la había visto de noche. No pude retrucar su argumento así que salimos a un nuevo tour. Hicimos una parada técnica en el supermercado para comprar algunas cosas para la tienda, paramos a comer unas porciones de pizza y me mostró la ciudad, no muy diferente de lo que ya había visto... si, habían más luces.
No me dejaron dormir en la carpa y me dijeron que el café no era muy bonito para dormir, así que me llevaron a su casa. Me di la muy necesitada ducha y a dormir. Al otro día después del desayuno, me llevaron nuevamente el cafe, desde comencé nuevamente mi marcha. El primer auto que paró, cuando notó que era extranjero me preguntó, pero viste Cheboksari? mientras que amagaba a detenerse, -Sí le juro que lo vi, conozco la ciudad de arriba a abajo de día y de noche. Entonces seguimos.
Llegué a Moscú un poco insolado, estuve un par de días en cama, con un poco de fiebre, pero con descanso, comida, mucha agua y frutas ya estoy completamente recuperado.
Ahora tengo que empezar nuevamente la búsqueda de estudiantes. Una amiga me ofreció quedarme en su departamento por algunos meses, así que ya tengo un problema menos.
Siento mucho si la entrada les deja gusto a poco. No pude ir escribiendo durante el recorrido, así que fue más llegar a Moscú escribir un poco y subir algunas fotos. Al menos para que puedan ver un poco al menos donde estuve. Calculo recibir pronto las fotos de la granja y entonces les cuento de esa experiencia brutal, extenuante y con mucho olor a pis y a caca.

9 de junio de 2011

Viviendo en Moscú y otras yerbas

Bueno, después de muchas vueltas y con mucha pereza me he puesto finalmente a escribir esta entrada. Se hizo largo y aunque la realidad es que habían muchas cosas para escribir, el tiempo y las ganas no colaboraron para llevarlo a cabo.

Estos últimos meses, desde mi llegada a Moscú pasaron muchas cosas. Desde empezar con moderado éxito a dar clases de español, a pequeños viajes relámpagos a regiones cercanas a Moscú. Por otro lado, estuve en los festejos de la pascua ortodoxa, el día del trabajador y finalmente la preparación para el desfile del día de la victoria.
También empezaron las llamadas noches blancas

Voy a poner fotitos y videos de todo, a modo de disculpas por la demora en hacerlo.
La incertidumbre se debía a la cantidad de veces que cambié de planes en estas últimas semanas y mis dudas respecto a lo que puedo hacer en el verano.

Tengo dos meses para viajar, y tengo varias posibilidades, desde ir nuevamente hacia el sur y seguir explorando el Cáucaso; Internarme finalmente en Siberia o una que me tienta mucho, ir a trabajar en unas granjas orgánicas como voluntario en Polonia. Existía otra posibilidad que era la de viajar en Carelia y Finlandia, pero el tamaño de los mosquitos me hizo desistir.

Si bien sabemos que el que mucho abarca no aprieta, la idea es ver si puedo hacer un poquito de todo, para así no quedarme con ganas de nada, ya que estoy tan antojado como una embarazada, aunque finalmente todo dependerá de lo que me permita ahorrar más dinero :p

Terminado el preámbulo, paso a fotos y videos acompañados de los comentarios pertinentes.

1. La pascua ortodoxa. Este año coincidimos en la fecha de la pascua, esa noche, a las 12 de la noche, fui a un monasterio cerca de donde estaba parando, un edificio muy antiguo y bello como pueden ver. Mucha gente se reunió, citando al diario la nación: "Himnos de gloria, iconos portados como estandartes, cruces doradas y rostros iluminados por velas dignos de una película de Sergei Eisenstein."







En el video pueden ver parte de la procesión y después en los cánticos finales el sacerdote anuncia: "Cristo resucitó", y la congregación responde: "Sí, en verdad resucitó".



2. Sigamos con la festividad del día de los trabajadores. Decidí ir obviamente a la marcha de los comunistas, ahí me llevé varias sorpresas, la primera fue ver bastante gente joven, y la otra, no tan gran sorpresa, fue ver gran cantidad de imágenes de Stalin.






No tengo idea de donde salieron





3. Dos curiosidades en Moscú, los monumentos de Beslán y de Malchik.
Beslan es una localidad en el Cáucaso ruso, donde en 2004 un sangriento atentado en un colegio se cobró la vida de 370 personas, 171 de ellas niños.
El monumento se encuentra en el barrio Kitai Gorad, y a pesar de haber recorrido en varias oportunidades el barrio, es la primera vez que lo veo.







El monumento de Malchik (significa niño en ruso) es el monumento a un perro callejero llamado Malchik que vivió por 3 años en el metro Mendelievskaya en Moscú. El perro se ganó el cariño de los trabajadores de la estación y ayudaba a mantener a raya a otros perros (y según información de wikipedia a vagabundos :p )
En el año 2001, una joven de 22 años llamada Yulia Romanova, atacó con un cuchillo de cocina el pobre perro, que murió tras recibir 7 puñaladas. En el año 2007 erigieron un monumento en su memoria y un recordatorio al maltrato animal.




4. Los jardines de VDNJ. Es un centro de convenciones de la era soviética, actualmente sigue sirviendo como centro de exposiciones, una verdadera maravilla arquitectónica, llena de jardines y fuentes.

La “Estatua Rusa de la Libertad” “El Obrero y la Koljosiana”, obra de Vera Mukhina, se encuentra en la entrada del parque. Una maravilla que se alza 60 metros del suelo, se creo para la Feria Internacional de París en 1937 y se transformó en el símbolo de la compañía de cine Mosfilm, lo que permitió que la estatua se conociera en todo el mundo. O al menos, donde se veían las películas soviéticas.






Justo el día que fue, las fuentes no funcionaban... inmensa desilusión







5. Algunas fotitos de Yaroslavl. Una ciudad a unos 250 km al norte de Moscú y con la quedé encantado. Fundada en el año 1071 fue hasta la creación de San Petersburgo la segunda ciudad en importancia en el país, y por algunos años, durante la invasión polaca en el siglo XVII (que logró tomar Moscú) fue la capital de facto.












6. El viaje a San Petersburgo y Peterhof.
La semana pasada salí haciendo dedo, con otro argentino que estaba de paso hacia San Petersburgo, si bien hacer dedo es muy fácil en Rusia, para dos pibes nunca es fácil, y después de 2 autos llegamos a Tver (a unos 150 km de Moscú) y nos quedamos atorados allí por 7 horas. Como el día empezaba a tocar a su fin Bruno decidió volverse a Moscú y yo intenté continuar. Tuve suerte y conseguí dos autos más que llevaron hasta Velikiy Novgorod (llegué a las 3 de la mañana) Pero vayamos en orden. El primer auto lo conducía un policía del MVD (algo así como un FBI ruso) y trabajaba en el área de migraciones, yo no podía creer mi mala suerte, cuales eran las posibilidades, sudaba mientras sonreía y cruzaba los dedos esperando que no me pidiera el pasaporte y notara mis pequeñas e insignificantes infracciones a la ley migratoria. Por suerte no pasó nada, es más el tipo era muy agradable y corrupto hasta la médula, aunque el me dijo, qué querés? esto es Rusia. En el auto venía otro tipo, un civil, abogado que tenía una compañía que se dedicaba a ayudar a los migrantes en su registro, obtener permisos de trabajo y cosas por el estilo. Entonces el policía me explicó que el se dedicaba a buscar a los migrantes en condición irregular y los apretaba para que usen el servicio de su amigo, nuestro pequeño negocio, me confesaron. Si bien no me sorprendió ni un poquito, si me sorprendió que me lo dijeran sin tapujos. Después de algunos kilómetros, cervezas de por medio, nos hicimos amigotes y hasta me invitaron un fin de semana a Tver. Después de estos muchachos me tocó un conductor de camión. El no iba para San Petersburgo, pero iba a Velikiy Novgorod (que me alejaba un poco) pero a las 7 de la mañana partiría a San Petersburgo, así que finalmente llegaría temprano. Me invitó a dormir en su casa, propuesta que acepté, así que llegamos a las 3 de la mañana. Siendo tan tarde no pude conocer a la familia, así que simplemente comimos, a dormir y cuatro horas después partí para Piter.
En Piter visité a algunos amigos y fui al Palacio Peterhof, el cual no había conocido todavía.
Palacios y fuentes, y mucha gente. Sobre el golfo de Finlandia, un lugar hermoso.












- Respuestas a los muy queridos amigos
1. Tato, ahí tenés no me rompas :p
2. Pachakuti Runakuna, también conocido como Sergi, el coya español :p si, pensé en los paralelismos, es sumamente interesante. Extraño charlar con vos paparulo, cuidate mucho
3. Viste tía al final me perdí el desolado viaje, me quedé con las ganas, espero poder hacerlo ahora, aunque en verano no es lo mismo :)
4. Hola Manu, si, te soy sincero pensé que podría pasar, los turistas pararían para sacarse fotos con mi prisión de hielo :)
Pero no hay problema, no me rindo, si puedo ir ahora, va a ser una preparación, conocer el terreno, para después poder hacerlo en invierno... Siberia sin nieve no es Siberia.